Factores de riesgo
Factores de riesgo
Los coágulos de sangre pueden ser provocados o no provocados. Los coágulos de sangre provocados se asocian a factores de riesgo conocidos, mientras que los no provocados son aquellos en los que no se puede identificar un factor de riesgo evidente. La mayoría de los coágulos de sangre diagnosticados son provocados, y la causa más frecuente es una internación hospitalaria reciente.
La tromboembolia venosa (TEV) puede afectar a hombres y mujeres de todas las edades, razas y etnias. Las personas con el riesgo más alto (p. ej., las personas internadas en el hospital, especialmente aquellas con cáncer, sometidas a cirugía, con traumatismos importantes o inmovilizadas) deben recibir tratamientos preventivos. Por lo tanto, las personas internadas en el hospital deben preguntar sobre su necesidad de prevención de TEV.

Conozca los factores de riesgo
Estar en el hospital
Estar en un hospital es un factor de riesgo significativo para desarrollar un coágulo de sangre. Los pacientes son más propensos a desarrollar coágulos de sangre si tienen movilidad reducida debido al reposo en cama o la recuperación, si tienen la sangre espesa por no estar bien, o si experimentan un traumatismo vascular debido a una cirugía u otra lesión grave.
Antecedentes médicos
Una persona con antecedentes familiares de coágulos de sangre en las venas tiene mayor riesgo de padecer un coágulo de sangre. Esto puede deberse a trastornos hereditarios que afectan la sangre, haciéndola más propensa a la formación de coágulos.
Cirugía
Antes de que se iniciara la prevención de TEV, la cirugía era una de las principales causas de los coágulos de sangre. Por este motivo, se pueden administrar medicamentos para prevenir coágulos y medias y dispositivos de compresión neumática intermitente después de una cirugía mayor.
Cáncer
Ciertos tipos de cáncer, especialmente los de páncreas, ovario y pulmón, y muchos cánceres con metástasis (cánceres que se han diseminado), pueden aumentar los niveles de sustancias que contribuyen a que la sangre se coagule, y la quimioterapia aumenta aún más el riesgo. Las mujeres que toman tamoxifeno o raloxifeno también tienen mayor riesgo de coágulos de sangre.
Reposo en cama
Estar confinado a la cama durante un período prolongado después de una cirugía, un infarto de miocardio, la fractura de una pierna, un traumatismo o cualquier enfermedad grave le hace más vulnerable a los coágulos de sangre. Cuando las piernas están en posición sentada durante períodos prolongados, la circulación de la sangre venosa se enlentece y esta puede acumularse en las piernas.
Estrógeno suplementario
El estrógeno de los anticonceptivos orales y de la terapia de reemplazo hormonal en comprimidos (pero no transdérmica) puede aumentar los factores de la coagulación de la sangre, especialmente si usted fuma o tiene sobrepeso.
Inmovilidad
Sentarse en una posición incómoda durante un viaje largo (4 horas o más) en un avión, autobús, automóvil o tren ralentiza el torrente sanguíneo en las piernas, lo que puede contribuir a la formación de coágulos.
Embarazo
La sangre se vuelve espesa al muy poco tiempo de la concepción y permanece así hasta alrededor de las 6 semanas después del parto. El peso del útero sobre las venas de la pelvis puede enlentecer el retorno de la sangre de las piernas. Es más probable que se formen coágulos cuando la sangre circula más lentamente o se acumula.
Obesidad
Tener sobrepeso aumenta de 2 a 3 veces el riesgo de coágulos de sangre. Los adipocitos producen sustancias que hacen que la sangre sea más espesa
Tabaquismo
El consumo de tabaco, además de aumentar el riesgo de cáncer, infartos de miocardio e ictus, también aumenta el riesgo de TEV, especialmente cuando se combina con otros factores de riesgo.
Cardiopatías
Aumentan el riesgo de un coágulo de sangre. Dado que las personas con insuficiencia cardíaca tienen una función cardíaca y pulmonar limitada, los síntomas causados incluso por una embolia pulmonar pequeña son más notorios.
Edad
Aunque los coágulos de sangre pueden ocurrir a cualquier edad, el riesgo de los coágulos de sangre aumenta con la edad, porque la sangre se vuelve más espesa
La salud mental es importante
El diagnóstico de un coágulo de sangre puede hacerlo sentir solo. Tener un coágulo de sangre puede ser un acontecimiento que cambia la vida. Las investigaciones muestran que, además de los síntomas físicos (como dolor o hinchazón), los pacientes pueden experimentar diversos problemas de salud mental después de un coágulo, como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Referencias de la página:
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